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  • Foto del escritorSantiago Vega Lopina

¿Como lo hizo Rotterdam?

Durante el mes de febrero tuve la oportunidad de visitar la ciudad de Rotterdam en los Países Bajos.


La ciudad fue bombardeada por el ejercito nazi por solamente 15 minutos durante la Segunda Guerra Mundial en 1940, los cuales bastaron para destruirla casi completamente.

Finalizada la guerra se inició un camino de reconstrucción, pero con la particularidad de que no realizaron una restauración histórica de los edificios ya demolidos, como hicieron muchas ciudades europeas, sino que se se trazò un nuevo plan de arquitectura moderna demoliéndose la totalidad del centro y corrigiendo su viejo trazado urbano, diseñando una nueva ciudad prácticamente de cero.


Es así como hoy podemos ver las Casas Cubo el puente Erasmusbrug, el Pauluskerk, la estación de tren Rotterdam Central y el Markthal Rotterdam, entre otros edificios que se destacan por sus innovadoras formas.

Se construyeron nuevos barrios, canales y un sistema de puerto con miras al desarrollo productivo y al crecimiento económico, mediante la construcción de polders ganándole terreno al Mar del Norte con las complicaciones y dificultad que esto significa. Es por eso que en la actualidad la ciudad está conectada por varios túneles y puentes ya que buena parte de la ciudad se encuentra por debajo del nivel del mar.


Hoy en día Rotterdam es la segunda ciudad en importancia de los Países Bajos, un referente mundial de la arquitectura de vanguardia y constituye el principal puerto en Europa y décimo en el mundo en nivel de importancia.

La experiencia neerlandesa me permitió aprender que a pesar de las dificultades del contexto social y económico junto a una naturaleza adversa, cuando se apuesta a un camino de innovación dejando de lado los “modelos de siempre” los resultados que se obtienen son mayores. La sociedad local comprendió que para crecer como ciudad necesitaban emprender un giro que les permitiría dejar el desastre heredado de la guerra y planear un crecimiento a largo plazo, pero a su manera y tiempo.

Creo que también esto se puede aplicar a lo personal, ante un contexto inestable e impredecible como el actual, esta realidad nos exige salir del pensamiento único, pensar de manera disruptiva y no tenerle miedo al cambio; abrazarlo y aportar cada uno de nuestros talentos.


Les comparto el 🎬vídeo con las fotos que he sacado yo mismo y que transmiten el espíritu de Rotterdam


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