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  • Foto del escritorSantiago Vega Lopina

Overtourism: ¿ es sostenible el actual modelo turístico ?

Con la recuperación del sector turístico en marcha y a medida que la pandemia del COVID-19 ya va quedando atrás, se suman otras complicaciones derivadas de los tiempos actuales: inflación, aumento del petróleo, conflictos bélicos y conflictos políticos, entre otros condidementos. Pero con los índices turísticos en alza a nivel global vuelve el debate que se había generado durante la pandemia: la necesidad de desarrollar un modelo turístico sostenible y sustentable.


La OMT define el turismo sostenible como «El turismo que tiene plenamente en cuenta las repercusiones actuales y futuras, económicas, sociales y medioambientales para satisfacer las necesidades de los visitantes, de la industria, del entorno y de las comunidades anfitrionas.»


Claro, con la reactivación del sector por primera vez tras un parón de dos años y con una situación económica aún delicada de muchos de sus actores parecería que utilizar en estos momentos palabras como "restringir", "controlar" o "regular" son mala palabra.

Pero es ahora cuando es necesario tener esta conversación. Una vez leí en algún apunte; "el hotel más sostenible es el que no se construye", brutalmente cierto.

Para comenzar este debate debemos tener en claro que el turismo, como cualquier otra actividad, impacta al medio ambiente y al desarrollo social de las comunidades. Una vez con este concepto claro, debemos definir en base a los valores del destino cual es el modelo turístico que se asemeja más a su identidad local, pero considerando el triple impacto de la sostenibilidad: ambiental, económica y social. Es decir, tenemos que diseñar acciones que disminuyan el impacto negativo del turismo sobre estos campos y acrecentar los beneficios que la actividad genera.


Es por ello por lo que no solamente las actuaciones tienen que ir dirigidas a restringir; sino en proponer proyectos que beneficien no solamente al visitante sino a la comunidad receptora y mitigue el impacto en el medioambiente.

Pero esto nos plantea un desafío...¿podemos hablar de sostenibilidad en un destino turístico como Barcelona que recibió durante el año 2019 a 3,1 millones de cruceristas, de los cuáles el 40% permaneció en la ciudad 4hs o menos? No lo veo del todo claro.

Esta fuerte concentración de cruceristas ocasiona problemas tales como contaminación y la concentración de flujos turísticos masivos en puntos de la ciudad. Palma de Mallorca ya ha trabajado en este tema, limitando a partir de este año la llegada de cruceros a tres buques por día, de los que solo uno puede tener una capacidad mayor a 5.000 pasajeros.


No podemos volver a un modelo turístico en el que no se consideren como prioritarias las necesidades sociales y mediambiental del destino, el turismo tiene que servir a estos fines, además de la obtención de un rédito económico. Es momento de que los destinos turísticos definan cuáles serán sus aportes concretos a la sostenibilidad; proponer actuaciones innovadoras que den respuesta a las necesidades actuales de mitigación del cambio climático y que reduzcan el impacto del turismo sobre los recursos naturales.


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